Qué amargos
son los pasos solitarios que seguimos,
Que entre
miles de personas nos sintamos tan perdidos.
Qué tristeza
amarse tanto y temer lo prohibido
Que es la
única antorcha que da luz a este camino.
Y mi corazón
creando este sin fin de obsesiones
Y el tuyo
regalando amor a quien no correspondes.
Resucitan en
silencio esas locas confesiones
Y en la
oscuridad vacía se juntan nuestros corazones
El tiempo
irá curando las heridas y el dolor,
Pero eso no
nos sirve pues el nuestro se paró.
Y te robo la
calma y tú me robas el corazón,
Para juntarlo
con el tuyo en nuestro mundo sin color.
Donde
siempre serás bienvenida, no hay blanco sin negro
Tengo todo
lo que quieres, quieres todo lo que tengo,
Tan iguales,
tan distintos, nos amamos en secreto
Y la rutina en
nuestras vidas ya no sirve de consuelo.
Y callando
los “te amo” que tanto nos merecemos
Condenamos nuestro
amor, lo único bueno que tenemos,
A morir en
un infierno de mentiras y venenos
Mientras se
hace tan evidente que es verdad que nos queremos.
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