jueves, 24 de mayo de 2012

Antologia errada


Si soy un prenda, un trepa, un perdido
Es mi gloria y mi castigo, mi destino, mi ruina
Mi cuarto de siglo de rutina,
Vidrio en las venas, sangre en los nudillos…

No quieras sacar la rabia que tengo guardada
En el fondo de un alma, malacostumbrada, por las calles manchadas.
Sigo buscando la calma que me ha sido negada,
Sigo con sobredosis de sabiduría estancada.

Poniendo sístole tras tu diástole de tormenta.
Estoy en la escena, lejos de tu conveniencia,
Sin miedos, penas, llantos, sollozos o quejas.
Hago girar la rueda de esta puta miseria.

Y tú que me querías sacar por la puerta de atrás
Vendiste tu alma, convirtiéndome en Satán
Y hoy la ira que fluye que te estampa en la cara,
No puede ocultar el fuego de esta mirada.

Oculta tras las mentiras de filosofía barata
Huyendo de sentimientos y puterío de ratas,
Si soy grosero, rudo, romántico, colérico,
Histérico en la sombra de un sentimiento geométrico.

Por negar que somos uno nos convertiste en el dos
Infinito por el cosmos de un solo corazón,
En tu escondite de mentiras y debajo de tu falda
Convencida de mentiras de cuarenta y dos pulgadas.

Desde el fondo de la tierra

Agotando la tinta de esta pluma
Y el arsenal de canciones,
Echo de menos perderme en tu bruma
De difusas y cambiantes emociones.

Será que extraño tu voz ligera,
El consuelo de tu propia extrañeza,
Extraño tu puño y tu letra 
Y estar tan lejos y tan cerca.

Y hoy desde el fondo de la tierra
Vuelvo a decirte `te amo` en un poema.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Vacío


Te juro que en esta ocasión
Debería levantar la mano para pedir perdón,
Porque un hombre como yo, que nunca llora,
Está inundando de lágrimas las horas.

Me estoy ahogando con el humo de este cigarrillo
Acorralado por los fantasmas que dejaste con tu olvido.
Y quisiera vaciar mi cabeza de memorias
Que vuelan hacia ti como gaviotas.

En vano conservaba un cálido recuerdo,
Retrasando, en sangre viva, el final del cuento,
Que los pasos solitarios por estas costas
Confirmaban el amargor de mi derrota.

Y la lluvia sin piedad mojando mi cuerpo
Con sus gotas paralizan el momento,
De decir que te perdí, que no tengo
De decirte una vez más cuanto te quiero.