Allí donde
mi herida se junta con la tuya
Entre diez
mil kilómetros de ausencia y amargura,
Dibujando
interrogantes con el dedo en las mejillas
Y caricias
escondidas, solo tuyas, solo mías.
Me oculto,
como el sol en un invierno de mentiras,
Para no
verle la cara a una soledad tan fría,
Porque hasta
hacer deporte es una excusa para andar
Solitario en
las calles, sin un rumbo y sin lugar.
¿Ahora somos
enemigos? Nada tiene sentido
Y en
silencio agonizas el silencio de este ruido.
Retumbando
en las paredes de tu cuarto intranquilo
Que refleja
las carencias de un corazón herido.
Repartir el
corazón a pellizcos y perderlo
Es perder el
reloj que mide los sentimientos,
Con la vida
vacía de calor y sentido,
Y los ojos
vacíos por el llanto contenido
Nuestro
romance inconcluso es mucho más que una pena,
Y que hayas
firmado con mi sangre tu condena,
Que haber
perdido esto, es perder trozos de vida
En una
carretera asfaltada con mentiras.