Mi mariposa,
volando libre con tus alas de colores al viento
Sintiendo en
tu garganta el sabor a hiel del miedo,
Desamparada
del destino y te sigues negando
Que solo en
mis brazos te sientes a salvo…
Y en tu
pecho y alrededor de tu ombligo
Imaginando estos
labios que sueñan contigo,
Siembras caricias
imaginarias en la ruta
Desde el
final de tu espalda hasta el borde de tu nuca.
Y ahora
cierra los ojos hasta el fin de los males,
Porque a
pesar de todo estoy seguro que sabes
Que con mi
lengua en tus lóbulos no habrá nadie más suave
Y entre sábanas
de párrafos los coros son salvajes.
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