Mi ilusión
no cambió,
Me sumergí
en los huecos que hay entre los minutos
De un
domingo de luto,
Extrañando tu
voz, oculta tras la misma canción…
Qué triste
es esta libertad,
Un poco de
aire y un par de pasos más,
Hasta que
llega la mañana y todo vuelve a empezar
Consciente
de que no te puedo olvidar.
Sin saber si
caminar o parar
Aguantar o
explotar,
Odiar o amar
Hablar o
callar….
Cuantas
veces me he quedado
Con el teléfono
en la mano
Y el número
a medio marcar….
Cuantas
veces he aguantado
Con los
labios apretados
Las ganas de
gritar…
Detrás de tu
guerra vino tan incómoda paz…
Un pedazo de
mi corazón que ya no tiene valor
Y una
ilusión que te espera, aunque no tenga ya razón,
Un te amo
agazapado en el corazón,
Y un muerto
por vivir sin escuchar tu voz…
Y aquí siguen
estos ojos con tu rostro marcado en las pupilas,
Y las ganas
de volver a reflejar mi sonrisa en tu sonrisa…
Porque sin
ti no hay vida en mi vida,
Ni siquiera
tiene luz mi poesía.
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